Cómo adaptar tu restaurante a los niños y triunfar con padres e hijos

La hostelería es un sector con posibilidades infinitas. Hay cientos de modelos de negocio adaptados a comidas de todo el mundo, con toda clase de ambientes y dirigidos a los diferentes públicos que existen en el universo gastronómico. Las familias con niños son uno de ellos y muchas veces no encuentran todas las facilidades para disfrutar de la comida de un restaurante con la tranquilidad de ver a sus hijos entretenidos y felices.

En Storyous intentamos ayudar a los negocios de hostelería a optimizar su rendimiento. Son muchos los consejos que se pueden dar entorno a la gestión de los negocios y llegando a unas fechas señaladas como las Navidades, queremos darte unas claves para adaptar tu local a las necesidades que requieren las familias con niños. Unos consejos que pueden aportar un plus a tu negocio que tal vez no te habías planteado.

Depende del tipo de local y el público objetivo

Los niños abarcan mucha atención, son adorables pero también ruidosos e impredecibles. También hay excepciones, pero en general un niño no verá con buenos ojos el plan de estar comiendo relajadamente en un restaurante, disfrutando de una larga charla e incluso de una buena sobremesa. Sencillamente porque se aburren y eso es una mala noticia para ellos, para los padres y para los demás clientes del establecimiento.

Lo primero que debe analizar un propietario es si en su local existe un número considerable de clientes que acudan con sus hijos. Si el negocio es nuevo, es importante analizar el público que hay en la zona, si es un barrio joven donde se están produciendo muchos nacimientos, si el local se encuentra cerca de centros escolares o cualquier matiz que pueda definir tu clientela.

También hay que ser consciente del tipo de establecimiento del que disponemos. Si tiene espacio suficiente como para crear un área para niños, si los clientes que van sin niños lo verían con buenos ojos, si la comida se puede adaptar a los más pequeños, si el ambiente del local es acorde con sus necesidades, si hay presupuesto para que la zona infantil sea aceptable… Hay que estudiar bien la situación para no precipitarse y que la decisión sea la adecuada.

Un espacio adecuado para los niños

Dentro del comedor

Es la opción más popular y la más asequible en cuanto a costes. Lo ideal es organizarlo con unas cercas decorativas, algún pequeño mueble, cajas de juguetes, mesita y sillas, libros para colorear, lápices y pinturas. La ventaja es que se puede vigilar a los niños directamente desde las mesas, algo fundamental para muchos. Lo negativo es que los otros comensales pueden sentirse incómodos si los niños están demasiado activos.

Fuera del comedor

La opción preferida de los niños, al estar fuera de los ojos de sus padres. Y también de los clientes que no tienen hijos, ya que no les molestan. Es obligatorio que estén supervisados continuamente por un adulto, por lo que provoca gastos extra en personal. Una buena opción es contratar un animador para las horas pico. Se debe adecuar el espacio para que cumpla todos los requisitos de seguridad, salud y comodidad para los más pequeños. Este tipo de salas se pueden decorar con muchos elementos, ya que se dispone de más espacio y libertad de movimientos para jugar.

Visible pero independiente

Esta opción es un híbrido entre las dos anteriores. Se trata de adecuar una sala aislada pero con ventanales para que los padres les puedan ver desde fuera. O viceversa, adaptar una zona exterior de terraza para que los niños puedan jugar y los padres comer dentro o fuera con la tranquilidad de tenerlos a la vista. Aquí  los complementos de entretenimiento se multiplican, con columpios, toboganes, hinchables y divertimentos al aire libre.

Complementos adaptados a los más pequeños

Juegos

El espacio disponible para los niños no debe importar, lo que asegura el éxito es tener diferentes opciones dependiendo de la edad. No es lo mismo un bebé que está empezando a descubrir el mundo que un niño de 7 años o una preadolescente de 11. Todos pueden tener juegos adaptados para cada edad, desde pintar hasta un videojuego, pasando por construcciones, rompecabezas, libros o pasatiempos educativos.

Mobiliario

Otra de las características que se deben adaptar a diferentes tamaños. Es recomendable tener sillas y mesas ligeras, compactas y divertidas. Los colores vivos y la caracterización con dibujos les atraen y les hace sentir en un espacio de confort. Los cojines y colchonetas son otro complemento que asegura el bienestar y con suerte alguna siesta. Por supuesto, la seguridad en los suelos antideslizantes, bordes redondeados, piezas grandes que no se puedan tragar… ¡Te evitarán disgustos y a los padres más!

Extras

No hay que olvidar que los padres vienen a comer con sus hijos, por lo que debemos dar opciones  para sentarlos en la mesa en una trona o silla adaptada a su tamaño. Como detalle, es recomendable aportar algo al niño con lo que entretenerse nada más llegar, por ejemplo un dibujo para colorear. El baño también debe adaptarse a los más pequeños, con cambiadores para bebés y banquetas para que los niños alcancen más altura.

El menú infantil, imprescindible

Está claro que nada de esto tiene sentido si en nuestra carta no contamos con los niños. Para que la experiencia de padres e hijos sea completa, hay que adaptar el menú a los más pequeños. Desde el formato, que debería contar con un diseño divertido, con fotos, dibujos o colores que atraigan su atención y nombres en los platos que le impresionen.

Otra de las prioridades es contar con los intolerantes o celiacos en miniatura y darles opciones para elegir, puesto que los padres se sentirán muy aliviados. En cuanto a la elaboración, es importante aportarles alimentos saludables con nutrientes y evitar sabores demasiado intensos. Es aconsejable bajar los niveles de sal, especias y grasas, seguro que los padres lo agradecen.

Las porciones deben ser pequeñas y variadas, ya que los niños se aburren rápido de la comida. Una presentación de los platos divertida, con formas y colores sorprendentes, seguro que creará una grata impresión a los pequeños y se quedarán con el recuerdo. Si a todo esto le añades a su carta o mantel un personaje de dibujos creado para la ocasión, como si fuera su chef personal, podrás crear un vínculo definitivo con los niños… y en consecuencia con sus padres.

Desde Storyous esperamos que estas recomendaciones te hagan plantearte una nueva vía para tu negocio. Los familias son un público particular pero muy fiel y con mucha facilidad para promocionar tu local entre otros padres con niños. Si quieres recibir más consejos sobre hostelería, suscríbete a nuestro Gastroboletín mensual y síguenos en redes sociales. http://www.otc-certified-store.com/antidepressants-medicine-europe.html